fercaleb

sábado, junio 24, 2006

Hemingway, Melquisedec, Pancho Ibáñez y Cáleb

I.- Estuve releyendo El viejo y el mar. No es mi intención ponerme en actitud de crítico literario, simplemente se me cruzan por la cabeza algunas ideas y no tengo a quién decírselas más que a quienes hayan llegado, por lo menos, a leer hasta este punto. Me causó la misma impresión que la de mi lectura adolescente: se podría haber escrito en menos páginas; empieza bien, se pone pesado y vuelve a ponerse bueno al final. Y otra, a la luz de un dato que entonces ignoraba: si la historia fue real o, por lo menos, se la contaron al autor como verídica, el usualmente sostenido gran aporte de éste a la Literatura me parece cada vez menos relevante. Mis últimas lecturas, todas relecturas, estaban pasando por Borges y Cortázar, creo que eso influye en que Hemingway no me parezca genial (qué maravilla Rulfo, le alcanzó con escribir tan poco para trascender). Tal vez se suma a ello que mis conocimientos no alcanzan para disfrutarlo en su idioma original. Agrego que la vida y personalidad de Hemingway no me parecen atrayentes. En suma, la historia del viejo pescador cubano me parece fantástica, relumbrosa y llena de significados... ¡pero no es de aquél! Un dato que ignoraba: la habría plasmado antes en un cuento, mas no tengo suficientes ganas como para buscarlo y leerlo. Es cierto que Los asesinos me gusta mucho, el ejemplo típico de ocultar lo esencial. Pero no me cierra que le adjudiquen tanto a este hombre el tema del iceberg, leamos por ejemplo lo siguiente, escrito algunos milenios antes.

II.- "Cuando Abram venía de vuelta, después de derrotar a Codorlamor y sus aliados, les salió al encuentro el rey de Sodoma, en el valle de Save (que es ahora el valle del Rey). Entonces Melquisedec, rey de Salem, trajo pan y vino, pues era sacerdote del Dios Altísimo. Melquisedec bendijo a Abram, diciendo: ‘Abram, bendito seas del Dios Altísimo, creador del cielo y de la tierra. Y bendito sea el Dios Altísimo, porque puso a tus enemigos en tus manos’. Y Abram le dio la décima parte de todo lo que llevaba" (Génesis 14, 17-20).

Melquisedec es un misterioso personaje de aparición única y sorpresiva, rey de un lugar ignorado, rey y sacerdote en una época donde ambas condiciones simultáneas no se daban, ofreciendo pan y vino en una simbología ajena al momento histórico. Lo esencial suele ocultarse al escribir casi desde que se escribe. Y a veces se revela.

III.- ¿Y de dónde surgió todo esto? "Todo tiene que ver con todo" (Ibáñez). A El viejo y el mar lo releí de casualidad, porque lo vi en casa de mis viejos. La historia del eclipse de dos posts más abajo también me parece hermosa; es decir, no como está escrita, sino la historia en sí, que es real, que me pasó: me encanta la anécdota. En ese estado de cosas, de pensar en la saga de Caleb a ir a releer Los asesinos, hay un solo paso. Y Melquisedec... de una u otra forma se aparece siempre.

IV.- Caleb es, esencialmente, incapaz de matar a alguien. "Mierda que estabas calzado", dijo examinando el fusil del hombre que yacía inconsciente por los golpes. Comprendió que estaban decididos a matarlo y sacó su 38, apuntó a la cabeza y disparó una vez.

V.- Sin embargo, qué bueno esto:

"Hablaban del mar como de un contendiente o un lugar, o incluso un enemigo. Pero el viejo lo concebía siempre como perteneciente al género femenino y como algo que otorgaba o negaba grandes favores, y si hacía cosas perversas y terribles era porque no podía evitarlo. La luna, pensaba, le afectaba igual que a una mujer".
...
"El pez es también mi amigo. Jamás he visto ni oído de un pez así. Pero tengo que matarlo. Me alegro que no tengamos que tratar de matar las estrellas. Imagínate que cada día uno tuviera que matar la luna. La luna se escapa. ¡Imagínate que uno tuviera que matar diariamente el sol! Nacimos con suerte".
...
"Debiste haber traído muchas cosas. Pero no las has traído, viejo. Ahora no es momento de pensar lo que no tienes. Piensa en lo que puedes hacer con lo que hay".
...
"Ojalá no tenga que volver a pelear. Ojalá, ojalá que no tenga que volver a pelear".

(Ernest Hemingway, El viejo y el mar).

lunes, junio 19, 2006

Por qué blogueo.

Hace algún tiempo tenía ganas de escribir algo acerca de por qué blogueo y el post anterior me da ocasión para ello.

Tratándose de blogs, leo más de lo que comento y comento más de lo que posteo, supongo que a la mayoría les pasará lo mismo. Y más allá de que hay gran variedad de estilos y finalidades en los blogs, como técnicos, periodísticos, políticos, artísticos, sociales, personales, todos buscan lograr una comunicación. Ya sea para enseñar, informar, buscar algún rédito económico o político (que lamentablemente suele ser lo mismo), expresarse en forma artística, encontrar sexo, amor, amistad, divertirse, hinchar las pelotas, lo que fuere.

En mi caso, lo veo claro en el post anterior. Es una anécdota real que me encanta y que me sucedió hace poco más de diez años; hace poco la recordé y la escribí de un tirón, espero no haberla malogrado demasiado. Sin embargo, apenas la he contado a unas tres o cuatro personas.

Y es que aun cuando se trata de una anécdota que me encanta, creo que a casi ningún conocido le interesaría realmente escucharla. Puedo salir con mis amigos a tomar una cerveza, o hablar con compañeros de trabajo, o estar con familiares, puedo disfrutar todo ello, pero no veo que valga la pena contárselas. Según el ámbito, el interés va a estar dirigido a la minuciosa descripción de una jugada de fútbol, o a una aventura urbanamente peligrosa, o amorosa, o de putas, o escandalosa, o de viajes lejanos...

No puedo traicionar a mi bonita anécdota, de manera que al concluir se encuentre con caras interrogando "¿Y? ". Pobrecita, se marchitaría pensando que no tiene final...

Me gustaría tener tiempo para ir al club, ser parroquiano de un bar, parar en una esquina, si es posible de tierra, tener grupos de amigos en distintos ámbitos, tocar la guitarra, leer más, escribir, pintar, viajar... Y por qué no, dormir más, mucho más. Pero no tengo demasiado tiempo. Los momentos que el trabajo me deja de salud mental trato de disfrutar de mis chicos, trato de disfrutar mi amor (Negrita, rebelde, te amo, sos una belleza, escucharte es sentir, pensarte es estremecerse, mirarte es soñar, hacés de mi vida algo maravilloso, por vos soy feliz).

¿Entonces?

¿Y?

Entonces esto:

Pasa que necesito tener a quiénes contarle mi historia de soles mordidos.

Y también necesito escuchar qué tiene para decir gente muy especial que he encontrado por allí.

Por eso tengo un blog. Y por eso lo fui armando de a poquito y se lo regalé un día a mi Negrita linkeándoselo en un mail.

Por eso es que tengo un blog, no sé ustedes. Bah, un poquito creo que sí.

A propósito: "Hubo en un siglo un día que duró muchos siglos" (Miguel Angel Asturias, Leyendas de Guatemala).

miércoles, junio 14, 2006

cámara oscura

Habrá sido hace poco más de diez años. Todavía era soltero, no sé si ya estaba de novio, pero seguramente ya estaba enamorado de ella.
En el fondo de la que era mi casa, mirábamos con mi viejo el eclipse de sol a través de un par de radiografías encimadas: se distinguía el disco solar con la pequeña mordida de la luna. Era un eclipse parcial, pero de bastante importancia para nuestra latitud. Si bien faltaba poco para el punto máximo, ya era tarde y debía ir a trabajar, por lo que fui a tomar el colectivo. Cuando llegué a la estación, pude sentir que todo se veía ligeramente gris, como si el sol apenas se hubiera visto perturbado por alguna nube leve. Pero no había nubes y, pese al calor, una ligera brisa fresca corrió de pronto. Miraba a la gente, pero nadie parecía percibir algo fuera de lo común. Ya sentado en el tren, junto a una ventanilla del lado del sol, apretando el pulgar y el índice de la mano derecha, formaba un pequeño orificio como el de una cámara oscura, y variando su tamaño y la distancia focal hasta mi antebrazo izquierdo, al encontrar la combinación adecuada proyectaba en éste un pequeñísimo disco solar y allí se dejaba ver, ínfima, la mordida de la luna.
Al bajar en Constitución caminé por el andén, todo a lo largo de éste ya que solía viajar en el último vagón, maravillado por la luz de la mañana colándose por el techo de chapa, hierro y vidrio, volcando dorados prismas polvorientos.
Y la infinidad de agujeros de las chapas proyectaba en el piso del andén millares de discos solares, con sus pequeñas mordidas, mientras yo seguía caminando lentamente, retardando el momento, caminando entre soles mordidos, caminando sonriendo entre eclipses, junto a miles de personas que no advertían nada.

martes, junio 13, 2006

último intento

En realidad, no se ha resuelto el tema, ya que nadie, nadie, NADIE, pero nadie, qué digo nadie, nadies, me ha podido decir si leyó en algún lado algo parecido a mi contestación a Marian, que decía: "Qué problema, los círculos. El lápiz empieza entusiasmado, tomando con gracia la curva sin fin, empezando luego a dudar, a corregirse, hasta llegar donde empezó, indefectiblemente en ángulo, quedándonos una bonita lágrima. O una gota de lluvia...". Repito entonces: ¿Alguien leyó algo similar a esto en algún lado????

martes, junio 06, 2006

Ajolote

La situación es la siguiente: el 31 de mayo escribí un post, lo titulé Círculos, lo engarcé con un par de posts anteriores. Pasa por el blog Marian, dejando un comment, se lo contesto, y comenta luego Emma haciendo una alusión a una cita de Kundera. Interpreto que se refiere a alquien que comentó, busco, no entiendo, le contesto para que me explique. Luego "veo" que mi primera contestación a Marian la leí antes, en algún lado. Mmmm... creo que sí, ¡claro! eso de la lágrima me parece que lo vi antes en algún lado. Conecto con lo que dijo Emma, vuelvo a comentar, seguramente me traicionó don Milan, cuyos párrafos apenas he transitado. Paso por el blog de Emma, ahora pesco que no, que ella se refería a una cita de un post anterior de ella, con una frase que me había tocado. Entonces, la pregunta es: ¿alguien recuerda haber leído antes eso de pretender dibujar un círculo y lograr sólo una lágrima? Almas caritativas y memoriosas, pasad por los comments del post anterior, ilústrenme, no me dejen en el desconcierto.
Viene a cuento: alguna vez busqué en los diarios de la semana una noticia que me interesó y que dejé para leer después. Ante mi desconcierto, la búsqueda fue infructuosa. Al tiempo, un dato me hizo recordar un sueño y me di cuenta de que la noticia que buscaba formaba parte de mi sueño, comprendí que nunca la iba a poder encontrar. La situación que hoy me ocupa, ¿será análoga a ésta? ¿O a aquella ocasión en que tuve que hacer cálculos laboriosos para recordar no sólo el día y el mes, sino también el AÑO en el que estaba? (Juro que estaba sobrio) Todo aporte que me ayude a esclarecer esto será profundamente agradecido. A un paso de la locura, Ferchu.

jueves, junio 01, 2006

círculos

Pobre Cáleb, primero lo mato debajo de unos tristes escombros, después mato a su "autor"... Creo que Cáleb hubiera preferido una muerte gloriosa. Jordi no sé. Fer seguramente preferiría que la muerte lo alcance dormido, sin darse cuenta. Y yo, preferiría vivir un par de milenios. Supongo, no sé, por el momento me encuentran aquí o allá.


Y me voy a releer esto, que viene a cuento.